Cómo limpiar a fondo la bicicleta

Cómo limpiar y engrasar una bicicleta paso a paso

Hay vídeos y artículos donde puedes ver e informarte sobre cómo lavar tu bici en 5 minutos. En este caso vamos a explicar cómo hacer una limpieza más profunda, explicado paso por paso. Además, vamos a aprovechar para comprobar el estado general de la bicicleta y dejarla preparada y perfecta para una nueva salida. También, muy importante, vamos a contarte como evitar fácilmente problemas de corrosión galvánica que pueden arruinar el cuadro de tu bici al quedar soldado con la tija o problemas graves con los tornillos que sujetan el portabidón a dicho cuadro

Índice y tabla de contenidos

En Uves Bikes, somos especialistas en pintura y reparación de cuadros y componentes de bicicletas. Nos afecta y preocupa, por lo tanto, el efecto que determinadas sustancias pueden provocar en los materiales que trabajamos habitualmente. Si no procedemos a retirar la suciedad o si usamos productos contraindicados, es muy probable que dañemos la estética de nuestra bicicleta e, incluso, que provoquemos daños más graves.


El momento del lavado es también una oportunidad ideal para chequear el estado del cuadro de la bicicleta. Una bicicleta sucia puede disimular algunos daños mucho más visibles con la bicicleta limpia. Aprovecha para observar el estado de cada tubo al final de la limpieza.


Lavar la bicicleta no es una cuestión solo de estética, retirar la suciedad que se acumula en el campo o en la carretera evita que los componentes envejezcan prematuramente. Aparte de que con la bici limpia y bien engrasada el funcionamiento va a mejorar mucho. La suciedad también actúa como una especie de lija que podría ir desgastando prematuramente partes de la transmisión y pastillas o zapatas de los frenos.

Lo primero, sería valorar cómo de sucia está la máquina. Cuando la bici apenas tiene suciedad, una opción es limpiar en seco bien la transmisión y dejar el lavado exhaustivo para la próxima ocasión. Un exceso de agua tampoco es bueno, sobre todo si no ponemos especial cuidado en que NO llegue demasiada agua a ciertas partes de la bicicleta y si, además, no la secamos bien antes de guardarla.


Pero, ¡cuidado!, porque puede que, aparentemente, no haya mucha suciedad, cuando en realidad podría haber restos de sudor (sales), bebidas isotónicas, geles, sustancias químicas de la carretera… Estos restos son especialmente dañinos para muchos elementos del cuadro y la pintura, los cables en su paso bajo el pedalier y otros componentes.

¿Has usado mucho la bici en el rodillo sin salir al exterior? Si es así, es muy importante de vez en cuando eliminar los restos procedentes del sudor y mantener una buena lubricación. Cuanto más húmedo sea el clima, más precauciones tendremos que tener en cuanto a posibles corrosiones. La frecuencia de la limpieza tendrá que ser bastante mayor que en los climas más secos y habrá que revisar bien los puntos más susceptibles de ser dañados por dicha humedad.
Manillar con problemas de corrosión por sudor (cronoescalada.com)
Manillar con problemas de corrosión por sudor (foto: cronoescalada.com)

¿Cada cuánto tiempo debo lavar la bicicleta?

Depende, si sales a la carretera cuando ha estado lloviendo, o a poco que salgas al campo con tu MTB, es muy probable que tengas que lavarla con un solo uso.

Si la lavas con frecuencia, será más fácil eliminar la suciedad. Si la bici no está muy sucia, intenta usar el agua justa y evita que llegue, en exceso, a las partes donde puede ocasionar problemas como hemos comentado ya antes.

Pasos para un lavado o limpieza completa de la bicicleta

1- Llena un cubo o dos con agua y jabón específico para bicicletas. Mejor si usas dos, uno para las herramientas que uses en la transmisión y otro para el cuadro y ruedas.

2- Coloca la bici de forma segura y cómoda para llegar a todas las zonas. Ideal si tienes un soporte o “potro” de bicis específico. Retira lo que no quieras que se moje o se lave como la bolsa de repuestos, bomba, gps, luces, etc.

3-  Si es posible, quita las ruedas (pon piñón más pequeño y plato grande),  y coloca un tensor para la cadena (falso buje o dummy hub) que te permitirá girar las bielas sin que la cadena roce el cuadro, como si estuviese la rueda colocada en su sitio pero con toda la zona libre.

tensor-cadena-bicicleta-para-mecanica

4-  Remojar por primera vez toda la bici de arriba hacia abajo. Eliminamos el polvo y ablandamos y quitamos el posible barro. Este paso es fundamental para retirar sustancias que, de otra forma,  podrían dañar la pintura si empezáramos a usar la esponja o cepillo con prisa… 

Si la bici no está muy sucia, será mejor proceder primero con el siguiente punto y limpiar la transmisión aplicando el desengrasante sin remojar toda la bici, dejando este punto para cuando hayamos limpiado la transmisión. Así el desengrasante será un poco más efectivo. 

5- Aplicar desengrasante en la transmisión haciendo girar las bielas para que llegue a toda la cadena. Pon cuidado en que no se contaminen los discos de freno y las pastillas, si tienes las ruedas puestas. Mejor si puedes taparlos mientras sea posible con algo que los proteja, como un trapo. También puedes aplicar una mínima cantidad de desengrasante en los pedales. 

6- Esperar un par de minutos y, si se tiene, usar herramienta de limpiado de cadena con desengrasante. También puedes usar cepillos específicos para este uso y brochas. Aprovecha el movimiento de la transmisión haciendo girar las bielas hacia atrás y dejando la herramienta o cepillos de limpieza en un punto fijo de la cadena.

Utensilio limpiador cadena bicicleta Parktool

7- Limpiar con un cepillo adecuado todo el resto de la transmisión como roldanas, plato, cambio y desviador.  Si no quitaste la rueda, limpia también el casette, todos los piñones. Pon atención a las partes menos visibles. 

8- Aclarar bien con agua toda la transmisión eliminando todo resto de suciedad.

9-  Con la transmisión limpia, remojar y enjabonar el cuadro y horquilla con esponja. En frenos de llanta o zapata, poner atención en limpiar las zapatas, se puede usar la zona posterior de la esponja (superficie más rugosa). No olvides enjabonar zonas como parte inferior del sillín, interior de la horquilla, interior de vainas y tirantes y parte inferior del pedalier.

10- En bicis de carretera limpiar la cinta de manillar, incluyendo las zonas menos visibles donde suele acumularse suciedad por el roce con los guantes del ciclista o las manos.

11- Enjabonar el conjunto de las ruedas con un cepillo de cerdas suaves, sin olvidar los radios y los bujes (hay cepillos que llegan mejor a estas zonas). En bicis con frenos de disco limpiar cuidadosamente ambos discos. En estas bicis con freno de disco evita, además, enjabonar las pinzas y pastillas de los frenos. 

No olvides también dejar bien limpias las cubiertas o neumáticos, así podrás inspeccionarlos bien en busca de posibles desgastes, cortes, desperfectos, etc. llevar bien las cubiertas es fundamental, por tu seguridad.

Si tus ruedas son tubeless, sin cámara, comprueba que tengan líquido sellante. Si mueves con energía la rueda, cuando hay líquido lo deberías escuchar, al moverse dentro del neumático. Reponlo si fuese necesario. Esto puedes hacerlo desmontando el obús de la válvula tubeless e incorporando la cantidad precisa de líquido sellante. 

12- Aclarar o enjuagar con agua toda la bicicleta. Eliminar cualquier resto de jabón en discos de freno, zapatas y pistas de frenado de llantas.

13- Limpiar la cadena con un trapo, paño, camiseta de algodón desechada, etc.

14- Secar el resto de la bicicleta. Este punto es vital y hay que dedicarle tiempo suficiente, no se trata de unas simples pasadas a lo que veas más mojado. Lo mejor es usar papel que absorba la humedad cuidadosamente en todas y cada una de las partes de la bici, también en las menos accesibles. No introduzcas el papel dentro de las pinzas de freno, no es conveniente tocar las pastillas. Pastillas y discos se tratan aparte, no se deben usar los mismos papeles o trapos que para el resto de la bicicleta. 

15- Coloca las ruedas, ya secas, si las quitaste al principio. Cerciórate de que estén los cierres bien puestos, es vital para tu seguridad.

16- En bicis con suspensiones limpiar con un trapo limpio o papel las barras y aplicar productos de limpieza y lubricación en barras y retenes.

17- Aplicar lubricación a la cadena (aceite o cera), una vez que esta esté TOTALMENTE seca. Si te saltas este paso, y dejas la cadena sin lubricar tras el lavado, cuando vayas a usar la bici podrías encontrarte la cadena llena de óxido.

18 – Comprobar posibles holguras y apriete de tornillería, por ejemplo de dirección, pedalier, ruedas… 

CUIDADO: comprobar que no están aflojados los portabidones. Por el peso de los bidones de agua, a veces se aflojan los tornillos. Si no se detecta (suele ocasionar ruidos), puede acabar por dañar incluso las roscas alojadas en el cuadro (ojales), un problema importante en ocasiones. 

19 – De vez en cuando es conveniente quitar la tija, secarla bien y aplicar un poco de grasa de montaje. Evitarás que acabe “soldándose” al cuadro y posibles ruidos. ¡Cuidado! Si la tija o cuadro es de carbono, hay que poner pasta (que no grasa), especial para el carbono. 

20 – Opcionalmente podemos aplicar producto de abrillantado, pulimento y protección de la pintura del cuadro y componentes de la bicicleta. Estos productos específicos crean una película que protege el cuadro de la radiación solar, y evitan en cierta medida que se pegue el polvo, dejando además un acabado impecable, disimulando incluso pequeños defectos en la pintura. 

 21 Dejamos para casi el final la limpieza de los discos y pastillas de frenos por si se pudiesen haber contaminado en algún momento con productos de limpieza y lubricación. Limpiar discos de frenos con productos específicos para discos y papel. Pon el producto en el papel y elimina cualquier residuo que puedan contener los discos antes de hacer funcionar los frenos, evitando que las pastillas de frenos se puedan contaminar. 

22 – Aprovecha para comprobar las presiones de las ruedas, el apriete de tornillería (mejor con dinamométrica, especial para controlar el par) y estado de desgaste de pastillas o zapatas de freno (también de las pistas de frenado de las llantas en frenos de zapata). Cada cierto tiempo afloja y vuelve a apretar, con el par adecuado, los tornillos de los portabidones. Si se sueldan a los ojales, el problema provocado es importante, al ir unidos al propio cuadro. 

23 – Chequea en transmisiones electrónicas el nivel de batería, así no te llevarás un disgusto si te quedas sin batería durante la ruta y no puedes usar el desviador o cambio en medio de tu salida ciclista. 

24 – Otro elemento a comprobar, aunque no forma parte de la bici en sí, son las calas de las zapatillas que se acoplan en los pedales automáticos. Unas calas gastadas pueden ser muy peligrosas si te fallan o incluso se rompen. Las calas de MTB duran más, pero tampoco son eternas…

25 – Vuelve a incorporar a la bici elementos como la bomba de hinchado de ruedas y la bolsa donde lleves los repuestos para reparar un pinchazo, así eliminas la posibilidad de olvidarlos el día que toca usar la bici.

Algunos consejos más para la limpieza de la bicicleta

  • No retrases el lavado de la bici cuando termines la salida con ella muy sucia, mojada, con barro… Eso es muy muy malo para la misma, ya que todos esos elementos pueden provocar problemas en las diferentes piezas. Además, cuando te pongas a limpiar, el barro se habrá adherido y te va a costar mucho más dejarla bien limpia. 
  • Una bicicleta limpia funciona mejor y durará más en buenas condiciones. Has hecho una importante inversión y queremos que tu bicicleta dure mucho, mucho tiempo y en buenas condiciones. Por eso te vamos a dar todos estos consejos. ¡Acabarás por ahorrar bastante dinero y disgustos!
  • Tu bici no es como la de un ciclista profesional. ¡¡¡Cuidado con las comparaciones!!! Los vídeos típicos de los mecánicos de equipos ciclistas pueden darnos algunas pistas sobre el lavado de la bici, pero los objetivos, condiciones, medios y tareas regulares de mantenimiento y cambio de componentes no son los mismos que los de la mayor parte de ciclistas. 
  • Aprovecha la limpieza para comprobar el estado general de la mecánica de la bicicleta, evitando así posibles holguras, roces, piezas con escaso par de apriete como manillar, tija y potencia, etc. (muy peligroso de ser así). Usa siempre que sea posible una llave dinamométrica. Existen llaves sencillas para estos usos preajustadas a un par único, como de 5 Nm que es un par de apriete frecuente en estos casos. Comprueba siempre los pares de apriete adecuados, en cualquier caso. Suelen ir serigrafiados en cada uno de los componentes como la potencia y el manillar.
Cómo limpiar la bici sin dañar la pintura
Limpiador desengrasante respetuoso con la pintura X-Sauce
  • Retira cualquier accesorio como bolsas de sillín, gps, botellines, botellas de CO2… antes del lavado.
  • Considera la opción de proteger el suelo donde laves la bici, por ejemplo con cartón, para evitar tener que retirar los restos de grasa.
  • No laves la bici a presión en gasolineras o con hidrolavadoras. Habrá ocasiones donde seguro que estarás tentado de hacerlo. Nosotros te recomendamos evitarlo siempre que sea mínimamente posible. El agua a presión supone una posibilidad elevada de ruidos y, a medio plazo, averías. Habrás visto en alta competición usar agua a presión, pero seguro que esas bicis después tienen posibilidades de ser revisadas exhaustivamente por los mecánicos de los equipos, desmontadas y vueltas a montar, aparte de que sustituyen piezas con frecuencia, suelen tener presupuesto y apoyo para ello. Tu seguro quieres que esas piezas te duren mucho, mucho tiempo…
  • ¡Cuida la pintura de tu bicicleta! La pintura, lacados, vinilos, etc., también pueden dañarse en el lavado con máquinas. Un chorro a muy alta presión a poca distancia, con cierta frecuencia, puede acabar siendo un serio problema. En Uves Bikes lo sabemos muy bien después de tantos años pintando vuestras bicicletas. 
  • Incluso sin presión, pon especial cuidado en que el agua llegue lo menos posible a las zonas que están engrasadas (aunque supuestamente selladas), como bujes, pivotes de los basculantes (bicis de doble suspensión), rodamientos en dirección, eje de pedalier y algunas zonas donde se puede introducir el agua como la tija de sillín en su unión con el cuadro. Con el agua puedes estar retirando el engrase de todos esos puntos en alguna medida, con lo que esto supone…
  • Evita también el agua en lo posible  directamente en los guardapolvos y barras de las suspensiones de las bicis de montaña. 
  • No mezcles en los cubos que uses los diferentes cepillos para la limpieza del cuadro y la transmisión si no quieres que la grasa llegue a ciertas partes de la bicicleta como los frenos. 
  • No uses cepillos o esponjas abrasivas en el cuadro ni en las llantas de las ruedas.
  • Dedica tiempo a la transmisión, cadena, roldanas, plato, cambio y desviador. Esta parte es fundamental, seguramente la más importante. No te olvides de un buen engrase una vez que la bici esté limpia y seca.
  • Comprueba de paso el estado de la posible elongación de la cadena con un medidor adecuado para tu tipo de transmisión.
  • Prestad atención para no contaminar los discos de freno (aceite u otras sustancias que caen en los discos o zapatas, reduciendo mucho la capacidad de frenado y produciendo ruidos). Mejor taparlos cuando desengrases y engrases la cadena. Por ejemplo, con un trapo bien  limpio, aunque ya hay en el mercado productos específicos para esto.
  • Aprovecha también la limpieza para comprobar el desgaste de zapatas o pastillas. Unas pastillas al límite de uso o gastadas de más pueden provocar problemas en los discos o en las propias pinzas y pistones de frenos. Si las apuras demasiado y los pistones de las pinzas de frenos salen demasiado, puede ser complicado colocar el nuevo juego de patillas. Cámbialas bastante antes de llegar a ese estado.
  • Este es también un buen momento para comprobar las presiones de las suspensiones y ajustar de acuerdo a nuestro gusto y a nuestro peso, según las indicaciones del fabricante. Igualmente, podemos revisar la presión de los neumáticos si vamos a usar la bici pronto. Sin embargo, si vamos a tardar días en usar la bici, esto servirá de poco, siempre será mejor comprobar la presión en los neumáticos poco antes de usar la bici, ya que pasados días, e incluso muchas horas, puede haberse perdido presión. 
  • Cuidado con limpiadores con componentes agresivos con la pintura o el lacado de la bici. Ante la duda, usa preferiblemente productos específicos.
  • Usa lubricantes y productos de limpieza biodegradables, respetuosos con el medio ambiente. Además, deshacerse de ellos, tras su uso, será más sencillo.
  • Utiliza herramientas que no agredan la pintura. Mejor una esponja suave que cepillos (sobre todo evitar uso de cepillos de cerdas duras), en cuadro, horquilla, etc.
  • Tras el lavado seca todo lo que puedas la bici, cada “rincón”, con papel y paños limpios. Esto evitará que se oxiden algunos componentes. Una alternativa es usar aire a presión (compresor). Pero NO es la opción que nos gusta. Si usas aire comprimido no lo dirijas nunca a zonas a las que no queremos que se introduzca agua como hemos comentado (dirección, pedalier…). Para terminar de secarla, podemos botar y sacudir un poco con cuidado la bicicleta para que caiga todo resto de agua, procedente por ejemplo de los piñones donde es difícil su secado.
  • Los rodamientos, aunque supuestamente “sellados” (en pedalier, bujes, pivotes y basculantes en doble suspensión, dirección), trabajan necesariamente con grasa que podría eliminar la presión del agua y eso llevaría a ruidos, holguras, etc. El agua se puede colar en zonas internas donde no es recomendable que llegue.
  • Debemos tener especial cuidado con la dirección, lugar donde se cuela fácilmente el agua, así como el eje de pedalier. Si eres precavido evitarás posteriores ruidos o males mayores en tu bicicleta.
  • Si crees  que el agua podría haberse colado en el interior del cuadro, incluso sería bueno quitar la tija y sacar el agua, aprovechando para aplicar grasa o pasta de montaje. El tipo de grasa dependerá del material del cuadro y horquilla. Si el cuadro o tija son de carbono, en lugar de grasa hay que usar pasta de montaje especial para el carbono.
  • Revisa puntos clave como la unión de la tija con el cuadro y los alojamientos de los tornillos del cuadro que sirven para fijar los portabidones. Y, en general, todos los tornillos de la bicicleta. La humedad puede provocar que se unan algunas de estas piezas por una reacción química. Afloja el tornillo de apriete de la tija y sácala un poco, para volver a ponerla en su lugar correcto. Según los casos será buen momento para añadir grasa de montaje o pasta de montaje para carbono, si alguna de las partes es de este material. Los tornillos de los portabidones es conveniente aflojarlos y volver a apretarlos con el par de apriete adecuado. De esta forma evitarás que se suelden a la rosca, algo que sería un problema bastante complicado (y costoso), de reparar.
  • Agua sin presión y poca, la mínima, por la bici, así como por el medio ambiente.
  • Para la  limpieza de cuadro y ruedas emplea diferentes herramientas como esponjas para las zonas de pintura más sensibles y cepillos en llantas o áreas como las de los bujes. Si usas cepillos para limpiar el cuadro tendría que ser específico, con cerdas muy blandas que no dañen la pintura. Nosotros preferimos y recomendamos la esponja para esta zona.
  • No olvidar áreas como la zona de debajo del pedalier o los pasos de rueda del cuadro, esto es algo muy frecuente. Hay cepillos específicos para las zonas de difícil acceso. 
  • Seca bien el cuadro y resto de la bicicleta y, especialmente, de la transmisión. Usar un trapo o paño, algo como una antigua camiseta de algodón, es perfecto para esto.
  • Sobre la limpieza de los discos de frenos o pastillas, evita tocarlos con las manos porque puede quedar grasa en ellos. Manipular los discos mejor con guantes. Mientras estás lavando la bici, especialmente la transmisión, mejor si se tapan los discos con un trapo. 
  • Al aplicar desengrasante en la transmisión, mejor que sea específico de bici. Usar cepillos de púas para limpiar el cassette. Usar un desengrasante que no sea agresivo con la pintura. Una brocha de pintura tradicional es una alternativa para aplicar el desengrasante si es líquido, ahorrarás producto y llegarás a todas las partes de la transmisión. 
  • Poner el piñón más grande si no quitamos la rueda trasera, esto nos dará un mejor acceso a las roldanas del cambio para limpiarlas también.
  • La limpieza de la transmisión es un aspecto fundamental para su buen funcionamiento.
  • La limpieza del plato (o los platos) de la transmisión será más fácil si retiramos la cadena, apoyándola en la vaina y dejando así los dientes de los platos libres.
Tija bicicleta con reacción química soldada
Reacción química en tija soldada al cuadro

Qué aceite o lubricante usar para la cadena

Cuando hablamos de aceite seco o húmedo, esto se refiere al estado en que queda el aceite un tiempo después de ser aplicado, no a las condiciones para las que está indicado su uso. El aceite seco se va a secar formando una película de lubricante seca (por eso hay que esperar a que se seque para usar la bicicleta).

Los aceites húmedos tienen una textura más viscosa y se usan, más que nada, para condiciones de mucho barro y agua, ya que aguanta más kilómetros en estas condiciones, pero produce mucha suciedad en la cadena tras su uso y requiere limpiezas más frecuentes. Cuando veas una cadena muy negra y que mancha mucho, seguro que tiene lubricante húmedo aplicado. Además, en terrenos secos se le pega mucho el polvo. Otra ventaja es que no hay que esperar nada después de aplicarlo para usar la bici. Se pone aceite y se puede salir a montar de inmediato.

Si no eres de los que limpia la bici con bastante frecuencia, el aceite húmedo puede no ser la mejor opción, a no ser que realmente vayas a hacer una ruta con mucho barro. 

Aceites secos. Inicialmente, al aplicarse,  tienen una textura más líquida, menos densa que los aceites húmedos. Al secarse forma una película en la cadena y no se pega tanto polvo. Son más sensibles al agua y el barro que acabarán por eliminarlo en unas cuantas decenas de km. Necesita reponerse con más frecuencia y hay que aplicarlo antes de usar la bicicleta para que seque. Ideal el día anterior y mínimo alguna hora antes de la salida en bici. Ensucian menos la cadena y se retiran, eso sí, más fácilmente que los aceites para húmedo. 

El revestimiento de teflón en los diferentes aceites ofrece cierta impermeabilidad y protección. Hay aceites con partículas cerámicas que mejoran sus propiedades de lubricación y resistencia mecánica. No confundir estos aceites cerámicos con los lubricantes de cera (esos no son aceites).

La cera no contiene derivados de aceite o grasa y  también hay que aplicarla horas antes de usar la bicicleta para que se seque y forme una película que lubrique. Necesita ser aplicada con frecuencia, más que muchos aceites. En mountain bike podría ser necesario volver a lubricar después de unos 80 a 100 km. 

No se pone aceite o cera de cadena en cassette, cambio u otras partes de la transmisión. Sin embargo,  es conveniente poner unas gotas de aceite específico en los pedales automáticos, en los mecanismos que enganchan la zapatilla (cala), los muelles. En el desviador y cambio, en las partes móviles se puede aplicar una pequeña cantidad de lubricante-limpiador específico en spray y con un tubito para hacerlo con precisión, eliminando cualquier resto que pueda escurrir. Si es un producto específico, además, ayuda a eliminar cualquier resto de humedad en esos puntos de giro o móviles. Estos suelen incluir Teflón. 

Bajo el pedalier, se puede poner unas gotas en las guías de paso de los cables del desviador y cambio (obviamente no será aplicable esto a cambios electrónicos sin cables mecánicos). 

Un aspecto que se suele olvidar es el engrase de ejes pasantes. No está de más, de vez en cuando, poner un poco de grasa de montaje en ambos ejes pasantes (una pequeña cantidad en la rosca y resto del eje). Eliminamos ruidos y posibles bloqueos. 

Después del engrase siempre hay que eliminar los excesos de lubricante con un trapo, tanto en cadena como el resto de puntos donde hemos puesto dicho lubricante.

Según el tipo de lubricante, cuando son ceras o aceites en seco, recuerda que habrá que lubricar antes de usar la bici inmediatamente, lo ideal sería lavar la bici y dejarla lubricada el día antes de usarla. De esta forma el lubricante crea una película seca en toda la cadena, evitando la acumulación de polvo y otras sustancias. 

En rutas muy largas, no es mala idea llevar un pequeño bote con lubricante para reponerlo cuando veamos que la transmisión empieza a necesitarlo. Esto nos puede ocurrir sobre todo en rutas de muchas horas o km en mountain bike. 

Materiales y utensilios para lavar la bicicleta

 Cubo y agua (ideal manguera con baja presión y salida de agua regulable)

Cepillos y/o brochas varios

Esponjas

Trapos limpios como por ejemplo camisetas de algodón que ya no usemos.

Limpiador cuadro específico bicis (o carrocerías de autos). El jabón de lavar los platos está pensado para eliminar otro tipo de suciedad.

Desengrasante (a ser posible biodegradable)

Aceite o cera (lubricante)

Limpiador de frenos. Discos y zapatas.

 

Opcionales y recomendables:

Limpia cadena 

Guantes de látex. Es recomendable no exponer la piel a algunos  productos usados durante la limpieza

Pasador para mantener la tensión de la cadena con la rueda quitada. 

Abrillantador de cuadro y protector (tipo BikeShine)

Medidor de cadena (elongación)

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